LIDERAZGOS TRANSFORMADORES ofrece una perspectiva de la alta dirección de las empresas poco contada hasta ahora. Es el testimonio de alguien que la ha conocido bien desde dentro y, tras saborear las mieles del éxito, decidió abandonarla para dejar de sufrir. Un libro reflexivo en torno a la pregunta ¿Se puede estar en la alta dirección de una empresa obteniendo buenos resultados, pero trabajando de otra manera? Con una narrativa con la que se identificarán muchos perfiles del top management, este libro no reniega de la alta dirección, sino que la contempla con una mirada más consciente y considerada.
Javier Llansó propone al lector un viaje inspirador, transformador y evolutivo, en el que no solo marca el camino a seguir, sino también cómo empezar a transitarlo con la guía del Modelo Girostato para liderazgos transformadores. Amante de los fenómenos de la física y de las figuras retóricas de la literatura, utiliza el girostato como metáfora para ejemplificar la necesidad del movimiento con sentido, para afrontar la urgencia de actuar distinto en un mundo complejo y cambiante.
(Barcelona, 1963) estudió ingeniería de caminos, canales y puertos, y fue un alto ejecutivo del grupo Ferrovial. Recuerda esa etapa vital como de éxito profesional por el gran trabajo en equipo realizado y los buenos resultados obtenidos pero, también, una época de una autoexigencia desmedida y una peligrosa desconexión personal.
Consiguió bajarse de ese carrusel en el que llevaba tanto tiempo montado y dando vueltas por inercia. Ahora, con la perspectiva que aporta el tiempo, la consciencia desarrollada y la experiencia adquirida en Addventure, como coach y facilitador, escribe este libro con la voluntad de servir a otras personas que ocupan cargos en la alta dirección o que desean ejercer un liderazgo más actual y transformador. Porque, como él siempre argumenta, todos somos líderes.
“Glàfira Smith más que personas, dibuja almas”
Javier Llansó
(Barcelona, 1973) es una autora catalana de cómics, directora creativa, realizadora e ilustradora, que se ha dado a conocer por su versatilidad gráfica y su capacidad para contar historias. Ganó el Premio ARA de Còmic en 2022 con Els homes són llops, que denuncia la violencia sexual. Ha sido reconocida por su trabajo en narrativa gráfica y su habilidad para adaptar su estilo a cada historia.
Tiene que ver con situarse bien en el punto de partida, es el análisis previo a empezar a moverse, para hacerlo con dirección, sentido y propósito.
Es una fase igual de importante que las otras dos, aunque a veces pase más desapercibida. Querer saltársela es una mala estrategia ya que es trazar un itinerario, entre dos puntos, para que el viaje o cambio realmente transformador.
Es el paso a la acción, materializar, ejecutar y llevar a cabo todo lo previsto en las dos fases anteriores. Es el momento de resolver las expectativas, de moverse con una vitalidad circular, de activar la estrategia global para conseguir un liderazgo realmente transformador.
Cuando ejercía como director general, a menudo disfrazaba miedos e inseguridades con una falsa apariencia de tener el control de la situación. Mi capacidad de dirección y la rotundidad con la que tomaba decisiones difíciles disimulaban mi malestar interno, pero ese sufrimiento existía, dolía y dejaba una huella muy poco saludable. Ahora que estoy en el otro lado de la mesa, como coach de alta dirección, me he dado cuenta de que lo que me ocurría a mí le sigue pasando a otros altos ejecutivos… Así que he decidido aportar mi experiencia en este libro, por si ésta puede evitar sufrimientos y ayudar a liderar más desde la consciencia.
A mis clientes les enseño la foto entera. Por deformación profesional, o por una supuesta protección, hay gente que decide ver sólo una parte de la foto. Lo sé porque es exactamente lo que hacía yo hace quince años. Me enfocaba en algo y difuminaba el resto. Aportar nitidez, ayudar a tomar consciencia de la foto panorámica es ahora mi propósito.
Sí, sobre todo porque darme cuenta de que con mi experiencia puedo contribuir a mejorar la calidad de vida de algunos líderes y, con ello, la cultura de sus empresas y su papel en la sociedad fue algo tan revelador, que no tiene marcha atrás.
De forma sencilla y desde mi propia experiencia ya que, por lo que veo en mis sesiones de coaching y hablando con compañeros, hay unos patrones de sufrimiento que se repiten en la alta dirección y otros que, además, han quedado obsoletos. Pero insisto, aunque pueda ser extrapolable, yo comparto mi experiencia sin querer sentar cátedra ni presentarla como la única verdadera. La intención no es otra que, si miro hacia atrás, yo hubiera agradecido que alguien me enseñara la foto completa porque, sin duda, me habría ahorrado sufrimiento.
Siempre me ha gustado escribir y ahora he podido reconectar con esta afición, que el exceso de trabajo había relegado a un segundo plano, y llevarla a otro nivel, a querer publicar. También porque me atraen los retos, y en este sentido, ha sido uno mayúsculo pensar el marco donde colocar todo lo vivido, con un sentido práctico y voluntad de servicio.
Sin duda, y lo digo con toda la humildad. Comparto mi viaje y el equipaje de aprendizajes que he ido adquiriendo por el camino, que no ha estado exento de dificultades. Pero lo hago de forma muy práctica, no para contar mi historia ni convencer a nadie de nada, sino con la intención -si lo consigo o no ya es otra historia- de que pueda ser de utilidad a personas que trabajan en la alta dirección de las empresas.
Me gusta explicarlo con el símil de que es como abrir una vía de escalada, para que las personas que vienen detrás se encuentren un camino más bien indicado, con fijaciones que les aporten seguridad y zonas de descanso para parar y mirar el paisaje. Que entiendan que ya no se trata de llegar a lo más alto, el primero y agotado… Sino también, de compartir la experiencia y disfrutar del paisaje de la alta dirección.
Me gusta verlo así. En parte es como devolver a la alta dirección aquello que me ha dado, que ha sido mucho y me ha permitido vivir bien. Lo he pasado mal por los condicionantes pero no reniego, en absoluto, del mundo de la empresa. Actualmente sigo vinculado profesionalmente a varias empresas, en las que he cambiado el sufrimiento por la consciencia de estar aportando a la sociedad.
“Conozco bien los prejuicios y resistencias ante cualquier tipo de trabajo personal, porque yo mismo he vivido instalado en ellas. (…) Más allá de ser un freno evolutivo, esta actitud cerrada que yo tenía es, cada vez más, una disposición obsoleta en un mundo de cambios continuos, con la necesidad de nuevos resultados y de estrategias distintas para conseguirlos. (…) Me parece que lo más inteligente y productivo es abrirse a nuevos liderazgos y maneras no sólo de hacer, sino también de ser.“
Me reconforta sobremanera poder ofrecer lo que a mí me faltó, que alguien me hubiera dicho que lo que me pasaba era habitual, que necesitaba desarrollar un liderazgo transformador, soltar lastre, entender que el ego es necesario pero tramposo a la vez, que la introspección y la autoconsciencia van de la mano y que mostrar mi propia vulnerabilidad era sano y liberador.
Me preguntaba si lo que yo había experimentado era habitual en la carrera de otros directivos o directivas, y si era compatible ser un líder transformador, auténtico, libre y eficiente con el mismo hecho de ser directivo (…). A medida que yo evolucionaba en lo concreto, también lo hacía un estilo de liderazgo cada vez más disociado del cargo y de las jerarquías en vertical, y más unido al concepto de que todos somos líderes, en el sentido de que tenemos la capacidad de desplegar un liderazgo propio y aportar a la comunidad.
Soy un gran defensor de los liderazgos transformadores, en los que el rol del líder tiene muchas facetas y posiciones, y no solo la clásica de estar al frente por el cargo (…). En el marco de los liderazgos transformadores, el líder eficiente es cualquier persona capaz de entender bien lo que precisa el equipo o la organización en cada momento, y, desde ahí, situarse en la posición que sabe que aporta más valor, bien sea al frente guiando e incluyendo al resto, al lado apoyando y co-liderando con alguien más, o animando y sosteniendo al resto desde atrás (…). Los liderazgos transformadores inspiran y motivan al resto, independientemente del lugar asignado en el organigrama.
Jamás las empresas han invertido tantos recursos en el desarrollo del liderazgo como en estos últimos años. Y, en muchos casos, sin los resultados esperados, es más, las encuestas de clima son cada vez peores (…). Para conseguir liderazgos transformadores el trayecto del hiper individualismo a la comunidad pasa por reemplazar al líder individualista y centrado en sí mismo, por el enfocado hacia los demás (…). Nuevos estilos de liderazgo más auténticos, colaborativos y transformadores que, poco a poco, van ocupando su lugar con dinámicas más equitativas, participativas, con voluntad de servicio y orientadas al rendimiento (…).
Un buen referente para los liderazgos transformadores son aquellos que hablan mediante la coherencia de sus acciones, sin imponer un modo de hacer sino porque su integridad es altamente atractiva (…). Es una invitación a la Verdad, a conectarse a ella con voluntad de servicio y a partir de patrones emergentes vinculados a la contribución a los demás. Es trascender el ego y, con ello, reemplazar la tendencia de querer obtener por la de querer ofrecer. Y desde esta nueva posición, el líder transformador actúa en armonía con su entorno contribuyendo a la obtención de resultados de un modo íntegro, inspirador y eficaz.
El feedback es la palanca clave para el crecimiento. Tanto a nivel individual como colectivo, porque todo empieza por uno mismo y se desarrolla de forma fractal, es decir repitiéndose a diferentes escalas. A muchas de las empresas con las que trabajo les falta una cultura de feedback. Tienen claro qué cultura de liderazgo quieren e invierten mucho dinero en el proceso de cambio a base formación y de desarrollo de personas y equipos, sin embargo, no definen los procedimientos adecuados para efectuar el seguimiento y la evaluación de su propia evolución.