Aprendizajes transformadores y recíprocos

Por estas fechas, este año yo también acabo curso. Un curso especial en el que he participado gracias a una propuesta de aquellas que llegan cargadas de tanto sentido, que consiguen colarse en una agenda sin slots.

Fue mi estimada colega Judith Aparicio quien, recordando al gran Liberto Pereda e inspirados por su legado, me habló hace año y medio del proyecto “Històries de Vida” (HdV). Impulsado por el ‘Servei de Programes de Qualificació i Iniciació Professional del Departament d’Educació i Formació Professional’, la propuesta de HdV es contribuir, como persona vinculada al mundo empresarial y de forma voluntaria, en su misión de fomentar la orientación personal y profesional del alumnado.

Judith me puso en contacto con Mercedes López, verdadera alma del proyecto HdV, con la que sintonicé de inmediato y me motivó aún más a querer participar en el proyecto. Acepté en seguida por un cierto deber moral de devolver a la Vida todo lo que a mí me ha dado. Lo que no me imaginaba entonces era el retorno que tendría para mí esta experiencia, que ahora culmino con una sonrisa de satisfacción. No es una satisfacción vanidosa, sino porque lo vivido ya forma parte de mi propia Historia de Vida. Son tres los aprendizajes principales que quiero destacar:

  • El primero, el más personal, es lo que yo me llevo. Siempre estaré agradecido a estos jóvenes por sacarme de mi zona de confort de una manera espontánea, enseñarme lo que realmente es la diversidad y estimularme a actuar en un marco de referencia muy distinto al que estoy habituado. De esto me di cuenta en seguida, cuando les pregunté cómo se imaginaban su futuro laboral a cinco años, una pregunta que suelo plantear en mis sesiones de coaching para proyectar y gestionar las expectativas. Por sus respuestas entendí que no siempre es fácil imaginarte un futuro ideal, especialmente cuando la incorporación al mundo laboral la ves lejana y difícil, lo que pone en peligro cubrir tus necesidades más básicas.

 

  • El segundo aprendizaje es la gran evolución que he apreciado en ellos en este final de curso. Ya es motivo de celebración que la mayoría haya continuado porque, en estos contextos de especial vulnerabilidad, ya es mucho. Pero, además, he observado una transformación cualitativa en cuanto a apertura, ganas y capacidad de trabajo en equipo, lo que denota madurez. Creo que ha sido básico que se sintieran mirados, escuchados, considerados y apreciados. Incluso tanto demostré mi confianza en ellos que, en uno de los encuentros, cuando necesitábamos volver a la calma, les propuse realizar una sesión corta de meditación. Como era de esperar, el intento fue fallido y no duró más de dos minutos. Para mi sorpresa, en el almuerzo de final de curso con las familias, oí cómo les explicaban a sus padres, con orgullo, que habían hecho meditación conmigo. Aunque fuese de forma indirecta, lo que había conseguido era que sintieran que confiaba y creía en ellos, como hace todo el equipo de docentes y voluntarios de HdV.

 

  • El tercer aprendizaje que quiero subrayar es el trabajo tan significativo que realizan los docentes (mi agradecimiento especial a Núria Verge) para la inclusión social y laboral de estos jóvenes, que en muchos casos empiezan de cero, en un entorno desconocido y con falta de referentes. Gracias a todos ellos, vivir esta experiencia me ha reconectado con la necesidad de ejercer voluntariado, sobre todo por formar parte de un grupo muy amplio de personas que tenemos el privilegio de haber encarrilado bien la vida laboral, aunque sin ahorrarnos esfuerzos y situaciones adversas a otro nivel. Creo que era de recibo que, con una experiencia laboral importante, les dedicara una parte reducida de mi tiempo para explicarles cosas, hacerles preguntas e interesarme por sus preocupaciones, intereses y anhelos sin juzgarles, porque eso les hace sentirse parte del mundo en el que viven y crecer. Y a nosotros con ellos.

En definitiva, una gran experiencia llena de aprendizajes transformadores y recíprocos. ¡Y con muchas ganas de que empiece un nuevo curso!